
Aunque se trate del erizo común, lo cierto es que el erizo que siempre hemos visto dibujado, o en la mayoría de las fotos, y que, en general, nos viene a la cabeza cuando pensamos en un erizo es el erizo africano.
Estos erizos son los más típicos, los que podríamos encontrarnos si un día nos apetece hacer una ruta por un monte lleno de árboles y vegetación en muchos lugares europeos. Hay muchas razas o variantes que ni nos imaginamos que existen. Vamos a descubrirlo todo sobre ellos.
Índice de lo que te vamos a contar en este artículo
Tipos y clases de erizo europeo
En muchas zonas de Europa, como Holanda, Bélgica y Alemania se conocen dos tipos de erizos: el erizo “perro”, de hocico puntiagudo y el erizo “cerdo” con el hocico más corto. Se dice que el primero es un animal dañino del que hay que proteger a los pollos.

En cuanto a las dos razas europeas (la europaeus y la roumanicus), se supone que la primera tiene el hocico más corto que la frente, mientras que en la segunda sucede lo contrario. Se cree que las diferencias aparentes de los hocicos han surgido de su gran flexibilidad y de la enorme variedad de individuos.
Las especies de erizos europeos dentro de las razas mencionadas son:
En algunas zonas de Europa, como se ha dicho, se distingue entre erizo perro y erizo cerdo, distinción que viene de muy antiguo.
Alberto Magno (1193-1280) y Hilegard van Bingen (1090-1179), por ejemplo, decían haber visto que los erizos perro se utilizaban como alimento. Quizá, como un viejo gitano le sugirió a D. Mueller-Using, el erizo perro no sea más que un erizo de primavera no comestible y flaco que si se consigue un abundante suministro de alimento durante el verano se transformará en un erizo cerdo rollizo. (Esta misma observación se ha hecho con el tejón, otro animal que hiberna, siendo flaco en primavera y gordo en otoño.)
Hábitat del erizo europeo
El Erinaceus europaeus, o erizo común, se encuentra en la mayor parte de Europa y Asia y presenta dos variantes: el occidental (Erinaceus europaeus europaeus, Linneo 1758) y el oriental (Erinaceus europaeus roumanicus, Barrett-Hamilton, 1900).

La raza oriental no se extiende más allá del extremo oriental de Alemania, mientras que la occidental ocupa todos los países de Europa Occidental, incluido, el sur de Escandinavia y el norte de Rusia.
Puede vivir en altitudes de hasta 2.000 metros. Ninguna de las dos razas de erizo europeo se extiende por el extremo norte.
A los erizos les gusta vivir en terrenos muy cubiertos de vegetación donde haya árboles, setos, matorrales, raíces, troncos, etc. En algunas regiones es frecuente verlos en parques y jardines tranquilos de pueblos y ciudades, donde encontrarán refugio en todo tipo de escondrijos. Evitan los terrenos muy húmedos, además de las praderas y los lugares de escasa vegetación.

Los erizos europeos suelen vivir de 3 a 5 años, y en ocasiones llegan a los 10 años.
Características del erizo europeo
Cuerpo y extremidades
El erizo europeo es un mamífero pequeño y compacto con hocico puntiagudo y extremidades y cola cortas.
Los adultos alcanzan una longitud de entre 18 y 30 centímetros. La gruesa cola mide entre 1,7 y 5 centímetros. El pie trasero mide entre 3,4 y 5 centímetros y las orejas entre 2 y 3,5 centímetros.
El animal pesa entre 600 y 800 gramos y en raras ocasiones supera el kilo.

Presenta un escaso dimorfismo sexual, aunque el macho suele ser un poco más grande que la hembra.
Pelo y púas
La característica más destacable del erizo europeo es, obviamente, la protección espinosa de su cuerpo. En la espalda no sólo tiene una capa de pelo sino también una auténtica armadura de púas afiladas. Estas púas miden de 2 a 3 centímetros de longitud y tienen un grosor de 1 milímetro.
Las púas suelen presentar franjas de colores: gris en la base, seguida de una zona blancoamarillenta, a continuación, una zona entre marrón y negra, para terminar con una punta clara.

La mayoría de las púas está orientada hacia atrás o hacia los lados, es decir, cuando el animal está en el suelo apuntan hacia la cola. Solo las púas de la cabeza y el cuello a veces apuntan en otras direcciones.
No se produce una muda estacional de las púas, sino que las viejas son sustituidas por otras nuevas de forma bastante continuada.
Las patas, la cola y la parte inferior están cubiertas por el pelo típico de los mamíferos, que es de un color amarillo oscuro.
Hocico
El erizo tiene un hocico largo y flexible, y su cara es arrugada, lo que le da un aspecto de animal viejo y sabio. A cada lado del hocico tiene un conjunto de bigotes negros.

Los sentidos
Los estudios del zoólogo alemán K. Herter proporcionan mucha información sobre los sentidos del erizo europeo. Los más importantes son los relacionados con sus hábitos nocturnos: olfato, oído y tacto. La vista también la veremos en esta sección.
Tacto
Los bigotes negros son un órgano táctil muy sensible: si reciben un ligero contacto, el animal se pondrá alerta, y sí el contacto es más fuerte, se enrollará formando una bola.
Olfato
El erizo se orienta en gran medida por los olores que percibe.

Las membranas mucosas que cubren sus conductos nasales siempre están muy húmedas, de modo que el animal puede detectar fácilmente la dirección de donde proceden los olores.
Con su hocico olisquea e investiga detenidamente cualquier objeto con el que se encuentra en sus expediciones. Su sentido del olfato está muy desarrollado. Los erizos del doctor Herter reaccionaban de forma inmediata cuando percibían un olor a una persona no habitual.
Oído
Las grandes orejas quedan casi ocultas bajo la cobertura del cuerpo.
No obstante, estos órganos son muy sensibles, especialmente a los chillidos, los crujidos y los chasquidos. Los erizos se ponen alerta ante sonidos como el obturador de una cámara.
Vista

Los erizos suelen mostrar interés por los objetos que se mueven, pero los colores y formas de las cosas les resultan menos atractivos. Las pruebas llevadas a cabo con los erizos demuestran que pueden distinguir muchos objetos, si uno es capaz de mantener su atención.
El doctor Herter planteó este problema a sus erizos: de una serie de puertas, se debe empujar una en concreto para conseguir la recompensa. De las tres puertas, sólo la de la derecha lleva al premio, mientras que las otras dos conllevan un castigo.
- En las 10 primeras pruebas, la de la izquierda fue elegida una vez, la del centro ninguna y la de la derecha 6 veces.
- En la siguiente serie de 10 pruebas, las puertas de la izquierda y del centro no fueron elegidas ninguna vez, y la de la derecha 10 veces.
- En la tercera serie, los resultados fueron una, ninguna y 9 veces, respectivamente.
Se hizo una prueba similar para determinar la percepción de tonos claros y oscuros y de diversos colores. Para los tonos claros y oscuros se utilizó una puerta negra y dos blancas. El animal conseguía la recompensa si abría la puerta negra y recibía un castigo si abría las blancas.

Después de 550 pruebas, consiguió un 80% de éxito en una serie de 50 pruebas. Cuando se utilizaron una puerta azul y dos amarillas, se lograron los mismos resultados después de sólo 200 pruebas.
Cuando los animales habían sido adiestrados para reconocer un color determinado, los colores volvían a cambiarse y elegían otro color, nunca el amarillo, aunque fuese un tono más claro, con lo que se llegó a la conclusión de que los erizos habían aprendido que el amarillo era el color prohibido.
Esto vuelve a demostrar el axioma de que los animales aprenden más rápidamente cuando se trata de hechos importantes para ellos que cuando son menos relevantes.
Dientes y tubo digestivo
La forma de sus 36 dientes refleja la dieta omnívora del erizo.
Los incisivos están situados en la parte delantera de los maxilares inferior y superior formando un conjunto de colmillos con los que sujeta a su presa. Los caninos no están particularmente desarrollados.
La moderada longitud del tubo digestivo (7 veces la longitud de su cuerpo) también está determinada por la dieta omnívora. No tiene apéndice.
Comportamiento del erizo europeo
A diferencia de la mayoría de los animales nocturnos, el erizo es bastante ruidoso. Se le puede oír fácilmente olisqueando cuando busca alimentos y, cuando ha terminado de beber, a menudo se le oye toser y estornudar.

Cuando está en peligro, da fuertes chillidos. Expresa su enfado, dolor y temor con un ruido muy particular.
En caso de necesidad, los erizos pueden nadar largas distancias sin dificultades. Sin embargo, no les gusta el agua y buscarán un lugar seco lo antes posible.
Son animales básicamente solitarios, por lo que generalmente se les ve sin compañía. No obstante, en ocasiones se puede ver juntos a un macho y a una hembra durante la estación de cría, e incluso pueden compartir un nido. En una zona pequeña puede haber varios nidos pertenecientes a varias familias.
Por lo general, los erizos son bastante sedentarios y pasan la mayor parte del tiempo en una sola zona, retirándose siempre al mismo nido. A veces un erizo construye una madriguera con dos entradas. El animal transporta el material para el nido (principalmente follaje) en su boca.
Dieta del erizo europeo
La dieta del erizo se compone en mayor o menor medida de la cantidad de materia animal que pueda encontrar en el suelo o en sus proximidades.

Su menú incluye insectos adultos y larvas, babosas, caracoles, gusanos, lagartos, serpientes, ranas, topos y crías de conejos. También puede saquear los nidos de perdices y faisanes, e incluso de gallinas, aunque sólo es capaz de abrir los huevos más pequeños.
Los erizos rara vez comen alimentos vegetales, aunque en ocasiones ingieren frutas, semillas oleaginosas, raíces y hongos.
En la edición de Natura correspondiente a enero-abril de 1942, el zoólogo holandés C.F.W. Doijer constataba que a sus siete erizos en cautividad les gustaba la carne, la grasa, la leche, la mantequilla, el queso, el pescado y las espinas de pescado.
Entre los alimentos vegetales estaban las patatas cocidas, los rábanos y las naranjas, además del pan empapado en agua o leche. Algunos llegaban a comer mermelada y frutas (peras y bayas). Si se les ofrecía variedad, preferían la dieta a base de alimentos de origen animal.

Hoy se sabe que administrar a los erizos en cautividad dietas de alto contenido en grasa provoca obesidad, envejecimiento y muerte prematura.
El erizo tiene buen apetito y bebe mucha agua. El zoólogo alemán G. Roerig ha realizado varios experimentos en este sentido. A un erizo sano que había recibido una dieta a base de carne (gusanos e insectos) durante todo el verano, se le dio tanta cantidad de gusanos de la harina como pudiera comer desde principios de octubre.
Al comienzo del experimento el animal pesaba 689 gramos. Después de 10 días, había comido 1.880 gramos de gusanos de harina, ¡y pesaba no menos de 1.155 gramos!
Durante los 10 días siguientes se les dio de comer gorriones. Ingirió un total de 45 de estos pájaros con un peso de 1.462,4 gramos (desplumados). Durante este tiempo el erizo perdió 65,5 gramos de peso corporal, posiblemente por el hecho de que esa dieta contenía menos grasas.
Después de esto, el animal ya no comió más e hibernó. Al principio despertaba de forma ocasional y comía unos pocos gusanos de la harina. Al llegar el 10 de diciembre había comido 120 gramos de gusanos, pero pesaba 888,5 gramos, de modo que había perdido peso y el erizo es demasiado pequeño para eso.

Cómo consigue la comida
Cuando busca comida, el erizo escarba en el suelo con sus patas y hocico dejando una característica tarjeta de visita: unas deposiciones con forma de pequeña salchicha terminada en punta.
En ocasiones los erizos están activos durante el día, aunque no suelen buscar alimento en ese momento, excepto quizá tras una lluvia torrencial, cuando abundan babosas y caracoles.
La mayor actividad de los especímenes en cautividad tiene lugar entre las 6 y las 8:30 de la tarde, entre las 12:30 y las 2:30 de la madrugada y entre las 4 y las 5:30 de la mañana. Parece ser que los erizos silvestres tienen su mayor momento de actividad a las mismas horas, aunque esto aún no ha podido ser constatado.

Hibernación
El erizo europeo hiberna entre noviembre y marzo, cuando las temperaturas son más bajas y el alimento escasea. Para ello busca un hueco en el suelo y se tapa con hojas.
Al principio, el sueño no es demasiado profundo y puede ser interrumpido ocasionalmente. Posteriormente, el erizo entra en un profundo sueño con el consiguiente descenso de la temperatura corporal y la pérdida de consciencia. En este estado, el animal no reacciona a los sonidos y su cuerpo forma una bola compacta totalmente rodeada de púas, lo cual no sucede cuando se trata de un sueño normal.

Cómo es el proceso
La hibernación comienza cuando la temperatura del nido desciende por debajo de los 17.5°C y en el exterior es inferior a 10,5°C. Si la temperatura del nido está entre 14,5°C y 17,5°, el erizo está medio despierto; sólo cuando la temperatura desciende por debajo de los 14,5°C comienza la auténtica hibernación. La temperatura corporal baja hasta los 14,2°C.
Una vez que la temperatura del nido está entre 14,5°C y 5,6°C, la temperatura corporal del erizo hibernante se mantiene un grado más alta. Cuando la temperatura es inferior a 5,6°C, el erizo produce suficiente calor para mantenerse a 6,5°C . Sin embargo, si la temperatura se mantiene por debajo de los 5,6° durante demasiado tiempo, el erizo adquiere más calor y su cuerpo no tarda en alcanzar la misma temperatura que cuando está activo (34,5°C) momento en el que se despertará.
El animal procura utilizar un lugar de anidamiento que conserve una temperatura constante. El frío prolongado terminará por hacerle despertar, pero con el calor esto sucederá más rápidamente. Se puede hacer que un erizo en cautividad despierte de su letargo pasadas de dos a cinco horas después de haber aumentado la temperatura del nido entre 17,5 y 24,5°C.

Naturalmente, la baja temperatura corporal de la hibernación supone un bajo consumo de energía. Para estar despierto, el erizo necesita mucha energía que incremente su temperatura hasta los niveles normales.
Este aumento de temperatura comienza mucho antes de que el animal despierte. La respiración y el ritmo cardíaco se hacen más rápidos y potentes. El calor se consigue con una enorme actividad muscular, que se presenta en forma de fuertes temblores cuando el animal camina. Es básicamente lo mismo que los estremecimientos de los humanos.
Reproducción
La gestación dura entre cinco y seis semanas, y la hembra pare entre tres a siete crías, a veces más.
Durante la época de reproducción, que va a finales de marzo a julio, puede haber una o dos camadas. Las crías nacen entre los meses de mayo y agosto y llegan a este mundo ciegas y desvalidas.
La madre las cuida y protege con fiereza de los intrusos, incluidos los humanos. Si se produce una intromisión en el nido, la madre trasladará a las crías en su boca.